Sillas plegables para poder dejarlas en la terraza sin miedo a que los peques se suban y pueda haber peligro, con sus cojincitos azul marino para evitar marcas en las piernas después de un rato.
Mesita chiquitita como auxiliar de otra más grande que ya tenemos y a la que pondríamos un mantel de rayas rojas y unos manteles individuales trenzados, así de bonitos y finos
El banco que si no es para este espacio en concreto tiene que ser mío si o si, ¿no os parece ideal?. Me recuerda al merendero de Guardamar (Alicante) al que mis padres nos llevaban cuando eramos pequeños.
A falta de unas velas grandotas para el suelo, y algún plafón estilo marinero... creo que dentro de poco podré disfrutar de una cenita romántica a la luz de las velas y... las estrellas.
¿Os gusta?
¡Feliz sábado!
Yo también quiero ese rinconcito marinero, ay!!!
ResponderEliminarTengo las sillas y la mesa. En la terraza estaban hasta hace bien poco, que como apenas las usamos, las quitó el padre para dejarlas apalancadas en el trastero, hasta que se vuelva a cansar y las ponga de nuevo :)
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