12/11/12

El uso y disfrute de un cojín de lactancia

La de hoy más que una entrada, es un homenaje a un "artilugio" de los que te hacen la vida más fácil. Cuando estaba embarazada y a medida que se iba acercando la fecha, alrededor del 6º mes, me entró la euforia esa de querer tenerlo todo limpio, ordenado, reluciente, tenia un nombre... instinto de nido. A pesar de que se relaciona con los momentos previos e inminentes al parto, en mi caso sucedió bastante antes.
 
Junto con las ganas de tenerlo todo listo, me entró la curiosidad por conocer, saber, como y de que manera se hacía eso de amamantar a dos al mismo tiempo. A parte de las clases de preparación al parto, fui a algunas charlas que organizaban en Prenatal. Bien, la teoría era sencilla, sin embargo cuando llegó el momento no lo fue tanto. La mayoría de las veces prefería darles de uno en uno, para disfrutarlos por separado y que el contacto piel con piel fuera mayor.
 
Lo que si tenía claro era que un cojín de lactancia sería mío. Más cuando vi la película que por aquel entonces estrenaron. Seguramente la habréis visto. Si no, os pongo abajo el trailer y os ánimo a que la veáis. Es muy divertida. Las varias escenas que tiene con el cojín de lactancia para dormir, fueron definitivas para mi. Lo compré en Prenatal.
 
Creo recordar que por aquel estonces estaba de 6 meses, pero claro, mi barriga era como una de 9 meses pasaditos. Las noches eran terribles, no encontraba postura y el ardor me mataba. El cojín fue mano de santo. Aún hoy en día lo es. Hace un mes, lo tenía tapando un radiador y lo saqué para dejárselo a la mujer del primo del papi, que estaba en la misma situación que yo por aquel entonces. Pero cometí el error de probarlo de nuevo. Es que es maravilloso. Es taaaaaaan cómodo que, con todo el dolor de mi corazón, al final no se lo dejé.
 
Tiene un relleno de bolitas chiquititas que hace que la postura que decidas tomar, sea la mejor. Se amolda a ti, facilitándote el descanso al 100%. En nuestra cama somos 5: Mamá, Papá, Claudia, Pedro y el super cojín.
 
Para la lactancia la verdad es que no lo usé mucho. Si me ponía a los dos, se me escurrían. Y de uno en uno, prefería aguantarlos con el brazo. Sin embargo, como almohada para dormir y/ó descansar es ideal. No sólo la recomiendo si estás embarazada, también si sufres problemas de espalda, o digestiones pesadas. La doblas y puedes dormir con los pies en alto... a mi me funciona. Y cómo soporte para hacer fotos a bebes que aún no se mantienen sentados... la bomba.
 
Y si no mirad...




Os he querido poner alguna de las posturas para las que yo la uso/usaba. Creo, sin dudarlo, que si tenéis que hacer un regalo a una persona embarazada, esta es la mejor opción.
 
Y antes de despedirme hasta mañana, el trailer de la peli que me dió el empujoncito final para comprarlo. Parece una entrada patrocinada, ojalá lo fuera... pero no. Es sólo una recomendación y una entrada más, para recordar momentos vividos.








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