20/8/12

Lunes de inspiración: reto 52 semanas by Instagram y una reflexión

Es curioso como el ser humano es incapaz de dejar de darle vueltas a la cabeza, las 24 horas del día los 365 días del año. Aunque la vida le vaya bien, y se encuentre en un momento que, tiempo atrás, soñó cómo inalcanzable. Siempre, aunque no me gusta ser categórica, recalco siempre, buscamos los tres pies al gato y nos las ingeniamos para complicarnos la existencia.

Cuando me quedé embarazada y me diagnosticaron embarazo de alto riego, con sus consiguientes 9 meses de reposo entre absoluto y relativo, según la semana...pensaba que mi mayor preocupación y quebradero de cabeza sería llegar a tener a mis niños conmigo. Me equivocaba. Un sinfín de incógnitas surgen una vez ellos en el mundo.

Mira que soy planificada, organizada y/ó cuadriculada, llamadlo cómo prefiráis, sin embargo hace más o menos 1 mes largo que he decidido que hasta aquí. Se acabó comparar un hijo con otro, se acabó leer y releer, buscar y rebuscar lo que deben hacer cada mes. No por nada, soy de las que piensa o mejor dicho pensaba que cuanta más información mejor. Pero ya no quiero saber tanto, quiero darles a mis hijos el tiempo que necesiten para desarrollarse felices. Y la mejor forma de hacerlo es que yo también lo sea. Así que dentro de unas pautas lógicas... ¡ Aquí nos lo tomamos con calma! Lo que tenga que venir... vendrá.

La reflexión de hoy viene directamente relacionada con el reto que estoy haciendo y que os comenté hace ya 5 semanas AQUÍ. Ocurrió en la revisión de los 12 meses. Revisión rutinaria, pues tengo la suerte de que nunca se han puesto enfermos, un constipado este invierno y una tarde con fiebre cada uno y listo. Salí de la consulta con unas ganas de llorar terribles y un dolor en el pecho... que nunca antes había experimentado. Con la sensación de no estar estimulando lo suficiente a mis hijos, sintiéndome mala madre por cuidarles tanto, que contradicción, ¿ verdad?. Salí con la impresión de que los niños en las guarderías espabilan antes, comen solos, juegan con otros niños, se peinan, lavan las manos y hasta casi van al baño solos. ¡ Por el amor de Dios! ¡ Si sólo tienen un año!

Estoy de excedencia por cuidado de hijos y lo voy a seguir estando, si Dios quiere hasta 2014. Dudé mucho si lo estaba haciendo bien. Sin embargo a día de hoy se que sí. Que las guarderías son necesarias para los padres, que por circunstancias no pueden dejar de trabajar un tiempo, pero no lo son para los hijos. Los hijos lo que necesitan es AMOR. Y no hay nadie mejor que yo para darles eso.

La foto de hoy muestra que todo llega... y bueno, no come sólo desde los 12 meses sino desde los 18. Claudia no usa el tenedor y, todavía, come con la mano. Y yo digo...

¿ Y qué más da "el cuando"

Cuando estén listos para hacerlo. Esto y todo lo que venga de aquí en adelante.



1 comentario:

  1. Ciertamente, que más da el cuando mientras llegue. Hay que disfrutar de los hijos en cada momento. Ellos también nos enseñan cosas que sin ellos no hubiéramos conocido. Mis hijas comenzaron a caminar muy pronto pero tardaron en hablar pero desde el primer momento me enseñaron a disfrtar de sus logros.

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Gracias por tu comentario, me hace muy feliz.

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